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Juespeech kantiano: ¡el imperativo categórico!

Empezamos fuerte: nuestras alumnas Patricia Melguizo y Andrea Rodríguez se atreven a entretenernos hablando de la ética de Kant.

Según el filósofo Immanuel Kant las acciones de los seres humanos son buenas o malas por sí mismas y no por las consecuencias que se deriven de ellas, es decir, no se debe matar no porque hacerlo suponga un castigo, sino porque el acto de matar es malo en sí.

Según Kant los humanos debemos actuar conforme a una ley que nos demos a nosotros mismos, y no conforme a las leyes externas o impuestas. O sea, ser libres (ser verdaderamente humanos) consiste en hacer lo correcto no porque las leyes o las normas sociales nos lo exijan, sino porque nuestra propia ley interna nos dice que eso es lo correcto.

Pero, ¿qué es el imperativo categórico?

La razón tiene dos maneras de imponerse a la voluntad: mediante el imperativo hipotético y mediante el imperativo categórico. Si el acto es bueno como medio para conseguir otra cosa, es imperativo categórico («si quieres ser bueno en los negocios y tener buena reputación, portáte honradamente»); si el acto es bueno en sí mismo, el imperativo es categórico, o sea independiente de cualquier condición o circunstancia.

Y ese imperativo categórico es el único imperativo moral. Se trata de una ley práctica que manda por sí sola y sin necesidad de otros motivos, una ley universal: «actúa solo conforme a la máxima que quieras que se torne ley universal«.  Pero, ojo, no se debe confundir el imperativo categórico con la famosa regla de «trata a los demás como quieres ser tratado«, puesto que en esa regla hay hechos contingentes, dado que diferentes personas quieren tratos diferentes (saber o no saber un secreto o una enfermedad grave…).

Con este profundo aperitivo nos dejaron Patricia y Andrea, quienes pese a las dificultades del sonido, interesaron a su auditorio. Desde luego, hablar de filosofía en el recreo es una proeza emocionante, un acto revolucionario: ¿el ágora griega en el paseo de Ruiseñores? ¿Anacronismo, distopía? Sea lo que sea, que cunda el ejemplo.

 

 

I.E.S. MIGUEL SERVET - Paseo Ruiseñores, 49-51 | 50006 Zaragoza

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