Estos son los integrantes de los dos equipos de debate del IES Miguel Servet que se presentaron al IX Torneo de Debate, edición Bachillerato, organizado por ADUZ, Asociación de Debate de la Universidad de Zaragoza y Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza, con la colaboración del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.
El tema del debate era si debería prohibirse la apertura de salas de juego y casinos, físicos o virtuales, en España. Se presentaron treinta y siente equipos de veinta centros diferentes, la mayoría de ellos centros privados.
La facultad de Derecho fue tomada a primera hora por casi doscientos jóvenes trajeados, nerviosos, asustados que venían a probar sus habilidades oratorias, la consistencia de sus argumentos, su templanza. Primero fue el sorteo para determinar quién se oponía a quién y la asignación de aulas; luego, llegó el momento de conocer a los oponentes, que en esos momentos parecen más grandes, más fuertes, más seguros, más preparados; después el tribunal sortea las dos posturas, a favor o en contra; un minuto para prepararse y ponerse en situación y… a hablar. Es, os lo aseguro, un ejercicio de valientes: la primera victoria es que salga la voz del cuerpo, atinar con la primera frase; hasta decir el nombre parece que no se ha ensayado suficientemente. Pero nuestros chicos lo hicieron, defendieron sus posturas con argumentos, felicitaron a sus contrincantes y concluyeron con la satisfacción de haber sorteado dos rondas. En la segunda, por cierto, se enfrentaron entre ellos: no era lo deseable, pero se lo tomaron con humor pues así aseguraban que una victoria era del Servet.
A las tres y media de la tarde en el Aula Magna estaban de nuevo todos los participantes, expectantes ante el anuncio de los ocho finalistas que pasarían a las rondas finales. Había mucha ilusión. Nuestros alumnos no ganaron. Pero estaban pletóricos. Y no es para menos porque fueron sin miedo, porque defendieron su trabajo, porque eligieron participar por gusto, porque aprendieron mucho, acudieron a otros debates, tomaron notas, convivieron, discutieron. ¡Parecían universitarios! (Creo que me asomé al futuro con ellos, y me gustó lo que vi). ¡¡¡Chapeau!!!